Dentro de mis cosas favoritas en mi rutina diaria, una de las que
más amo es mirar por la ventana; para muchos no tiene sentido, pero en realidad
para mi lo tiene todo.
¡Es gracioso! pero... Mi parte favorita es
cuando veo a las personas, somos tan ridículos pero tan grandiosos a la vez;
unos pensamos tanto que ni cuenta nos damos porque senda hemos cruzado, estamos
tan ensimismados en imaginar un futuro que probablemente no suceda que
olvidamos lo importante del estar caminando y una de esas cosas es sentir que
respiramos, que miramos un árbol, que vislumbramos el cielo, que disfrutamos de
la lluvia, que exhalamos el exquisito aroma de la naturaleza, que observamos a
los seres o hasta que sonreímos a cualquier persona por inercia. En fin... Son tantos <Que>.
Nunca nos
damos cuenta de que cuando vamos caminando, solo pensamos en cosas estúpidas
como:
- Tengo tantos problemas que no sé cómo solucionarlos… - Respira
profundo, mira al cielo y verás cómo fluyen las ideas.
- Me veo lindo/a así vestido y quiero conquistar… -¿Conquistar?
por Dios, que ridículos somos.
Cosas así son las que logro percibir en las personas.
Ojalá pronto entendamos que las preocupaciones
solo arruinan nuestros segundos de vida y que las horas las vamos perdiendo tan
sigilosamente que no nos damos cuenta.
Que profundo dolor sentiremos después de un buen tiempo por pensar
en tonterías que nos impidieron ver lo mucho que importa estar tranquilo y ser
feliz.
Kellent Coronado
04/06/2016 - 8:53:00